Os dejo un par de imágenes de ese día.
La primera fue un momento mágico, minutos después de colocar una de sus cabezas, "Noche" en una céntrica plaza de Lleida. Un momento, que me puso la piel de gallina, nunca había sentido tanta ilusión, felicidad, emoción en un artista frente a su propia obra. Uno de esos instantes que recordaré siempre, y que tuve la gran suerte de poder fotografiar.
La segunda, un retrato, simple, sin trucos, solo un gran hombre frente a mi cámara.
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